lunes, 31 de agosto de 2009

Todos los abortados van al cielo.

Lindo título el que acabo de poner, es básicamente una forma de plasmar aquello que siento, mediante la hermosa ironía revestida de humor negro, de formas hipócritas de mostrar nuestra personalidad y por supuesto, cómo debe ser; de sentirme más que todos los demás mediante insultos y descalificaciones, porque, a final de cuentas, soy humano. Y si me nutro con un espectáculo copronecrófilo mundano que es la vida cotidiana, no hay ningún problema con que me burle de alguien más. ¿Es que Jesús no se burlaba del resto?... Nah, yo qué voy a saber... aparte es más que probable que ese judío manguera rebanada ni haya existido, en fin...

Ahora, queridos espectadores sin rostro ni nombre, hablemos de lo que expresa el encabezado de este escrito. ¿Por qué digo que los abortados van al cielo? Bien, no estoy hablando de la concepción cristiana del cielo, estilo Los Tres Chiflados en donde la gente se viste con batas blancas y tocan el arpa encima de las nubes con alas de cartón decoradas con algodón en la espalda, sino de una concepción más realista, quizás la de aquel lugar en donde depositamos nuestros sueños, llámese como se quiera.

Supongamos la pareja de pelotudos adolescentes que en el primer garche sin forro quedan con un nuevo ciudadano en camino. A menos que sean de clase muuuuuuuuy baja (esos que tienen varios pendejos por camada) lo más probable es que la mina aborte, pero... ¿alguien se pregunta qué es lo que la impulsa a eso?, apartando que no quiera "arruinar" su vida (y que lo exprese entre comillas no indica una discrepancia por parte del autor, ya que yo me mantengo imparcial ante el asunto). Bien, quizás en su idea de lo espiritual y material, suponga que será mejor terminar con la vida del nonato antes que exponerlo a vivir bajo el martirio y la marca del "NO DESEADO", de sufrir constantes rechazos por parte de sus padres, y por qué no, de sus abuelos también, porque es fácil imaginar que si la pendeja tiene catorce, quince, dieciseís, y queda embarazada a los viejos de la mina mucho no les va a agradar la idea. Sonará cruel, pero pensando un futuro bajo el signo del sufrimiento para una persona, ¿no sería lo correcto?.

Así que esa mina que va tranqui a meterse alguna porquería por la argolla (las más desactualizadas) o capaz se falopea con alguna pastillita para sacar el coso de adentro, en algún lugar recóndito de su corazón está amando a ese vástago indeseado, y aunque lo asesine terriblemente, y después tire el fiambrín al inodoro para que los gusanos del desagüe tengan la festichola loca, lo hace porque ama a ese engendro, y le desea lo mejor, quiere que muera como res y no que viva como borrego - Si se me permite acotar algo, hermoso-.

Ahora, la verdad es que no sé por qué escribí semejante pavada, simplemente imaginé el título y como no podía parar de reír tuve que inventar algo, pero a fin de cuentas, sacamos como conclusión que todos los abortados van al cielo.

La pregunta decisiva es... ¿los inválidos y los negros, lo hacen?


Acá dejo la foto de unos judíos disfrutando del sol jajajaja: